Instituto chileno de logoterapia Viktor frankl-Psicologia chile

Ensayo “EL SENTIDO DE LA VIDA EN EL AQUÍ Y AHORA”

¿Cómo dar sentido al aquí y al ahora? De la mano de la Logoterapia.

No es necesario tener una vida extraordinaria o tener una determinada meta. No es indispensable un magnifico objetivo tampoco. De hecho, no es necesario desarrollar ninguna actividad especial para partir en el camino de la comprensión y utilización de nuestro presente. Solo necesitamos como materia prima DE TI y de la oportunidad que nos brinda cada momento como por ejemplo ESTE.

Entonces ¿Cómo así?

Cada día, a cada instante como bien decía Viktor Frankl “La vida nos interroga”, pero no de una manera lejana o difícil, sino más bien cotidiana y simple.

Suena fácil decir que lo único que tenemos realmente es “el aquí y el ahora”, lo oímos de manera recurrente.

¿Pero qué tan fáciles es comprenderlo y ponerlo en práctica?

Para mi es una de las tareas más complejas que existen, es a su vez una tarea que, de lograr realizar, desarrolla nuestra conciencia en gran medida.

Intentemos entonces desarrollar esta idea más en profundidad:

“Demos sentido al aquí y al ahora”

Muchas veces funcionamos en modo automático, todos hemos experimentado los efectos que tiene sobre nuestro día a día, el estado en que se encuentra nuestra mente.

Digámoslo así:

Podemos encontrar nuestra mente divagando en el pasado y con esto sentir nostalgia, culpa, miedos etc. O podemos estar viajando al futuro incierto y empapándonos de ansiedad, angustia, temores, fantasías etc.

Con nuestra mente divagando o viajando, pasa desapercibido en muchas ocasiones el momento presente “el aquí y el ahora”. Y con esto desperdiciamos lo valioso y enriquecedor de cada momento. Apreciar este concepto requiere de parte de cada persona mucho valor y valentía para ser vivido.

¿Por qué me costaría valor o valentía…?

Cada vez que intentamos vivir ese aquí y ahora, nos confrontamos a nosotros mismos, nos obligamos a ver quiénes somos realmente, que tenemos y de que carecemos.

Es en este punto, donde vivir cada momento nos exige “conciencia”, nos exige enfrentar y desarrollar habilidades y herramientas para vivir plenamente esos momentos, que en realidad son oportunidades diarias y cotidianas.

Entendiendo esto se hace totalmente imprescindible dar sentido al aquí y al ahora, para lograr nuestro preciado bienestar.

¿Y cómo?

Con cada actividad que realizamos, desde levantarnos cada día, preparar nuestros alimentos, los quehaceres del hogar, de nuestro trabajo, una conversación, lo que sea que estemos haciendo.

Conectar con nuestras actividades diarias, entregándonos a ellas genuinamente, con todo lo que tenemos, con nuestro potencial sea cual sea en ese momento. No es necesario ser personas exitosas o famosas, o estar viviendo un escenario ideal, todos como tú y como yo tenemos un potencial, tenemos algo que podemos entregar.

Intentemos conectar y veremos el valor que tienen nuestros sentidos, lo valioso de nuestras extremidades para realizar las actividades cotidianas. De esta forma nos conectamos poco a poco con nuestro ser interior y con todo lo que siente nuestro cuerpo y que pasamos en modo automático, esperando un escenario ideal que muchas veces no llega.

No esperemos a ser vistos o algún reconocimiento especial para que nuestros actos sean especiales. Lo son por si mismos a cada instante.

Siente la vida pasar por tus venas, siente tu respiración y los latidos de tu corazón como un recordatorio de que estas aquí y ahora como único escenario probable.

Somos entonces los responsables de hacer de nuestros momentos comunes y ordinarios algo especial, algo sublime…somos nosotros mismos.

¿Y con qué? Dirán Uds.….

La respuesta es tan simple como compleja, con lo que cada uno tiene para entregar, para conectar, sea pequeño o grande, mucho o poco.

Abracemos entonces nuestro aquí y ahora, desarrollemos nuestra conciencia.

Si nos sobra entreguémoslo, si nos falta desarrollémoslo.

Aprendamos mediante el desarrollo de nuestra conciencia, al realizar estas actividades diarias a entregarnos al presente y ver con sorpresa todo lo que nos da a cada instante.

Viktor Frankl menciona en uno de sus libros “el ser humano es el único ser que decide ser a cada instante”. Tenemos un tremendo poder cada uno de nosotros, que está esperando ser descubierto.

En su dramática experiencia, empapada de muerte, dolor, tortura y abandono experimento en carne propia el aquí y el ahora como último escenario probable.

Y surge la pregunta ¿lo vivo con la frente en alto o lo experimento perdiendo toda dignidad?

Nosotros que no nos encontramos en aquella época de la segunda guerra mundial, ni vivimos una contingencia de ese tipo. Preguntémonos ¿Qué sucedería si nos diéramos cuenta que cada día puede ser el último?

¿Cómo nos sentiríamos si conectamos con lo que hacemos, entregándonos al 100% con lo que tenemos?

Los invito a meditar sobre: el respeto, la amabilidad, la colaboración, las prioridades.

Intentando poco a poco, un día a la vez, cultivando la conciencia. Cultivando el desarrollo de habilidades y valores para convertirnos en un aporte, en un granito de arena para los que nos rodean, familia, amigos, colegas, pacientes, cualquier persona con la que entremos en contacto. Y confiemos en que estaremos colaborando de esta manera a un mundo mejor.

Entonces “el aquí y el ahora” cobran el mayor sentido de nuestras vidas. Estoy aquí, mirarnos, escucharnos, conectarnos hacen de este minuto un momento especial.

Pueden surgir preguntas como, por ejemplo:

¿Cómo lo hago?

¿Cómo lo consigo?

Propongámonos durante 1 día, hacer nuestras actividades cotidianas, intentando entregarnos al momento, realizarlas sin pretensiones más que darnos en nuestro máximo que tengamos en aquel momento. Y al finalizar de día tratemos de responder a la pregunta: ¿con que sabor nos quedamos?

Pregúntate a ti mismo ¿valió la pena intentarlo?

Palabras para cerrar:

“Existen muy pocas certezas en esta vida como seres humanos. Alguna de ellas es que todos avanzamos hacia un fin del camino llamado muerte, y que el presente es un regalo que puedes recibir o puedes despreciar. Tú decides”

Pía Divasto Bacelli

Tecnóloga Industrial en alimentos.

Miembro equipo de Logoterapia de Chile

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